"Calle de Limache"
Perteneció a la Generación de los Grandes Maestros de la Pintura Chilena formada por Pedro Lira, Alfredo Valenzuela Puelma y Alberto Valenzuela Llanos.
Nació en Santiago, el 25 de septiembre de 1853 y murió el 4 de marzo de 1933.
Integró una familia de clase media avecindada en el barrio Recoleta, a los pies del Cerro Blanco, donde destacó su hermano Simón González, escultor que logró primera medalla en la Exposición Internacional de París en el año 1900 y que estuvo fraternalmente unido a Juan Francisco.
Realizó sus estudios secundarios en el Instituto Nacional, donde fue compañero de los destacados pintores nacionales Valenzuela Puelma y Onofre Jarpa.
Simultáneamente, sus padres lo enviaron a estudiar con Manuel Tapia y con Pedro Lira, quien captó su talento y le aconsejó ingresar a la Academia de Bellas Artes donde fue alumno de Ernesto Kirchbach en 1869 y de Juan Mochi en 1876.
En 1879 hizo su primer viaje a Perú y Bolivia. Residió en Valparaíso desde 1884. Eduardo de la Barra, entonces rector del Liceo de Hombres de Valparaíso, lo nombró profesor de dibujo, cargo que desempeñó durante 11 años. En 1887 hizo una corta visita de estudio a Francia e Italia y en 1897 volvió nuevamente a Europa, donde expuso en el Salón de París y recorrió las rutas del arte (París, Sevilla, Madrid, Florencia, Venecia, Marruecos).
En 1898 obtuvo el premio de honor del Salón Oficial. En 1907 realizó su tercer viaje a Europa y en 1908 Álvarez de Sotomayor lo nombró profesor de croquis y dibujo del natural de la Escuela de Bellas Artes.
"Calle de San Fernando"Nació en Santiago, el 25 de septiembre de 1853 y murió el 4 de marzo de 1933.
Integró una familia de clase media avecindada en el barrio Recoleta, a los pies del Cerro Blanco, donde destacó su hermano Simón González, escultor que logró primera medalla en la Exposición Internacional de París en el año 1900 y que estuvo fraternalmente unido a Juan Francisco.
Realizó sus estudios secundarios en el Instituto Nacional, donde fue compañero de los destacados pintores nacionales Valenzuela Puelma y Onofre Jarpa.
Simultáneamente, sus padres lo enviaron a estudiar con Manuel Tapia y con Pedro Lira, quien captó su talento y le aconsejó ingresar a la Academia de Bellas Artes donde fue alumno de Ernesto Kirchbach en 1869 y de Juan Mochi en 1876.
En 1879 hizo su primer viaje a Perú y Bolivia. Residió en Valparaíso desde 1884. Eduardo de la Barra, entonces rector del Liceo de Hombres de Valparaíso, lo nombró profesor de dibujo, cargo que desempeñó durante 11 años. En 1887 hizo una corta visita de estudio a Francia e Italia y en 1897 volvió nuevamente a Europa, donde expuso en el Salón de París y recorrió las rutas del arte (París, Sevilla, Madrid, Florencia, Venecia, Marruecos).
En 1898 obtuvo el premio de honor del Salón Oficial. En 1907 realizó su tercer viaje a Europa y en 1908 Álvarez de Sotomayor lo nombró profesor de croquis y dibujo del natural de la Escuela de Bellas Artes.
Juan Francisco González junto a poetas, escritores, arquitectos y músicos, formó el grupo de Los Diez, encargados de forjar un arte nuevo y chileno.
Con respecto al panorama estético de Chile, el modo de pintar de este artista fue revolucionario, pues supo liberarse de los cánones rigurosos del academicismo y se alejó del proceso plástico tradicional, que registraba las cosas en sus relaciones de forma y color, acomodándose sólo a la objetividad estricta que reclama la visión común.
Tomando la experiencia visual de lo real como materia prima, incorporó lo humano, el movimiento y el cambio.
Fue capaz de unir instinto y razón mediante relaciones cromáticas, tomando como punto de partida conceptos y labor profesional que unidos a su espíritu creativo lograban una obra sensitiva y espontánea.
Alcanzó una aproximación al impresionismo, especialmente por su tendencia a pintar con máxima libertad y soltura, por la mancha espontánea y por la necesidad de aprehender las impresiones cambiantes del paisaje por medio de la repetición, la pincelada fugada, la disolución de la forma, del cromatismo puro y de las entonaciones cálidas ("Puente sobre el Tíber").
Tres son los temas que cultivó preferentemente el artista, flores ("Rosas Blancas"), retratos ("Retrato de niña") y paisajes ("Puente sobre el Tíber"), que se sitúan en los distintos lugares donde vivió: Valparaíso ("Marina"), Limache ("Calle de Limache"), Santiago ("Panorama de Santiago desde el Santa Lucía") y Melipilla ("Paisaje de invierno"), sin dejar de lado los sitios visitados durante sus viajes ("A orillas del Guadalquivir, San Marcos de Venecia").
Juan Francisco González fue un trabajador fabuloso, su gran talento, su espíritu vehemente y crítico dio origen a una fecunda producción artística e intelectual que se estima en Más de 4.000 cuadros.
Dirigió sus enseñanzas a un aprendizaje técnico muy libre, irradió una vivaz e inquieta personalidad y comunicó su actitud frente al arte como una postura ante la existencia, llegando a ser considerado por sus predecesores como un ejemplo a seguir.
Su influencia se hizo presente en Alfredo Helsby, Pablo Burchard, algunos pintores de la Generación del ´13, del Grupo Montparnasse, la Generación del ‘28, a través de artistas como María Tupper, Augusto Eguiluz, Ana Cortés, Marta Villanueva, Enrieta Petit, Laureana Guevara, Waldo Vila, Camilo Mori, Héctor Cáceres, entre otros.
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