Newton ya decía: "El color reside en nosotros".
La capacidad de respuesta en nuestro organismo ante la energía de la Luz es debida al potencial de Vida que hay en todos nosotros.
El espectro electromagnético de la luz visible ocupa una mínima franja, el Color, pero se sitúa en aquella en que se sitúa la Vida, por ello podemos utilizarla científicamente en beneficio de la salud y la armonía.
Hay 12 vibraciones en nuestro organismo y a cada una de ellas le corresponde una vibración cromática que aplicadas sobre los meridianos y puntos de la Medicina Tradicional China, hace que esta información que le llega a través del Color (Luz) modifique la alteración que hay en aquella vibración (enfermedad o desarmonía) haciendo que nuestro organismo tenga la capacidad de recuperar la frecuencia o vibración de su actividad propia.
Los colores calientes y cálidos (rojos y naranjas) facilitan las posibilidades de regeneración y recuperación.
Los colores frescos o templados (amarillos y verdes) mantienen la fluidez y la higiene.
Los colores fríos (azules y violetas) facilitan los intercambios y la circulación que permiten dosificar las fuerzas y la actividad.
Cada color corresponde a una función, por tanto, puede armonizar por sí solo, pero es una herramienta muy poderosa, al ser información, en cualquier tipo de terapia, tanto física como psíquica.
No es la intención de "combatir" enfermedades si no devolver o mejorar el estado de "salud" del SER.
Afectuosamente a mis alumnos
Nelson Olate Figueroa
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