Taller 56

Espacio de exhibición, gestión de proyectos artísticos, referente que destaca el trabajo de artistas emergentes.

viernes, noviembre 03, 2006

Nuestro taller

Me veo como Lukas

En una de mis últimas, frecuentes visitas a Valparaíso, junto a mi querida familia, después de pasar al famoso J CRUZ, a deleitarnos con unas ricas y apetitosas CHORRILLANAS acompañadas de una buena cerveza (fueron 3 para 4, que chanchos), me refiero a las Chorrillanas, nos fuimos al mirador Gervasoni, ubicado en el Cerro Concepción.

En este lugar tan visitado por los turistas,- para el año nuevo del 2000, estuvimos ahí, junto a un montón de desconocidos que sana y alegremente disfrutaron junto a nosotros de los fuegos de artificio, - está el Museo Fundación Renzo Pecchenino, LUKAS.

Y les quiero contar que:

Renzo Antonio Giovanni Pecchenino Raggi, LUKAS, nació el 29 de mayo de 1934, en el pueblo italiano de Ottone, situado entre Genova y Milán. Tenía poco más de un año cuando llegó a Chile con sus padres, a Valparaíso.Realizó sus estudios primarios y secundarios en la Scuola Italiana de esa ciudad. Posteriormente ingresó a la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso, plantel que debió abandonar tras la muerte de su padre. Fue entonces cuando tuvo su primer encuentro formal con el mundo del arte al realizar algunos trabajos como letrista, dibujante y decorador de vitrinas.A instancias de Alfredo Silva Carvallo, su primera ilustración, pionera en su género, fue publicada el año 1958 en la página editorial del diario La Unión, bajo el seudónimo de LUKAS.A principios de los sesenta, Renzo Pecchenino vertía su talento simultáneamente en la revista Topaze/ El Pingüino/ Mampato, y en el citado matutino porteño.En abril de 1964, el destacado caricaturista contrajo matrimonio con María Teresa Lobos Koyck, unión de la cual nacerían cinco hijos: Giulio, Antonella, Daniella, Renzo y Franco.Invitado por el Departamento de Estado, en 1965 se trasladó a Estados Unidos, donde trabajó para la institución Sacramento Bee, en California, y para Walter Thompson en Nueva York.Con el decidido apoyo del director Francisco Le Dantec, el 18 de diciembre de 1966 inició su colaboración con El Mercurio de Valparaíso. Día tras día sorprendía a sus lectores con punzantes comentarios de un suceso político, económico o magazinesco. Haciendo gala de un fino sentido del humor, sus caricaturas, más que el simple reflejo de una situación particular, se transformaron en verdaderos retratos de nuestra idiosincrasia.

Habiendo ganado prestigio y reconocimiento en el medio, LUKAS extendió su labor a los diarios El Mercurio y La Segunda de Santiago, La Estrella de Valparaíso, Squire de Estados Unidos y 0'Cruzeiro de Brasil.Asimismo, incursionó exitosamente en el ámbito de la publicidad y la literatura, a través de ediciones especiales y libros históricos a los que aportó sus creaciones: Apuntes Porteños, Apuntes Viñamarinos, Contando a Chile y Bestiario del Reyno de Chile.En 1977 su pluma dio a luz un nuevo personaje: "Don Memorario", entrañable exponente del alma nacional, que a diario protagonizaba animadas conversaciones con Florencio Aldunate, su interlocutor y fiel compañero.Renzo Pecchenino recibió numerosas distinciones en el curso de su trayectoria profesional, tales como el premio especial Círculo de la Prensa de Valparaíso, en 1966; Premio SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), en 1973; Premio Nacional de Periodismo, en 1981. En 1987 le fue otorgada la Nacionalidad por Gracia, debido a su señera labor como periodista y dibujante.Tras una larga y penosa enfermedad, falleció el 7 de febrero de 1988, a los 53 años de edad.

Eso, los invito a visitar este lugar, del que creo estar convencido de que les fascinará. Y no olviden ir al J Cruz.
A mis queridos amigos y alumnos del taller
Nelson Olate F.

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Estimados amigos:
Si bien yo no soy una persona aficionada a hablar en público, ni me creo con las condiciones para hacerlo, en esta tarde me han asignado el rol de actuar en representación de los alumnos, mis compañeros en la ilusión de ser artistas.
Espero representar el sentir de cada uno de nosotros frente a la experiencia de incursionar y explorar la expresión a través del color, los pinceles, la tela, .... y lo más relevante de todo, la guía de nuestros maestros.
Sin duda que son ellos los que han logrado remover y conducir nuestro entusiasmo hasta volcarlo en lo que es esta sencilla y modesta muestra que hoy cubre los muros de esta especie de segundo hogar.
Así es, porque aquí no sólo venimos al taller a hacer trazos con óleo y pinceles sobre una tela. Aquí convivimos en un ambiente de acogida, de calidez, de amistad, donde además compartimos nuestros sueños de ser y hacer arte.
En un entorno así, nuestros maestros logran sacar lo mejor de cada uno de nosotros, y allí está, cuadro a cuadro, tela a tela, día a día, como una expresión más de que estamos vivos y que nuestras manos, guiadas por los sabios consejos de Pancho y Nelson, son capaces de dar, de crear, de expresarse, de reproducir y de perfeccionarnos para crecer como personas.
Las observaciones son un estímulo, las obras creadas antes por ellos son un ejemplo y nos señalan hacia dónde caminar en este recorrido.
Las obras nuestras son también sus obras.
Gracias Pancho, gracias Nelson, por la paciencia, el constante aliento, los consejos, la visión que tienen para ver anticipadamente los efectos de una pincelada.
Gracias por esto, el taller, el ambiente grato y el aire cálido que aquí se respira, que nos ayuda a sacar fuera al artista que secretamente todos llevamos dentro.
Gracias por ayudarnos a ser personas más completas e integrales. Gracias por ayudarnos a expresar.
Y a todos ustedes, gracias por animarse a compartir nuestra muestra y estar aquí en esta tarde.
Muchas gracias.

Oscar Gatica